Y llegamos a este precioso tiempo litúrgico...el de la llegada del Niño Dios.
Quién nos lo iba a decir, cuando empezó todo esto el curso pasado, lo que viviríamos y seguimos viviendo...y aquí estamos en un curso nuevo en todos los aspectos, académico y humano, en el que lo hemos dado todo.
Todo un reto, superado con creces, para todos... familias, profesores, colegio, y sobre todo ellos, mis alumnos, MIS NIÑOS (como a mi me gusta siempre llamarlos) que han estado a la altura de las circunstancias y más, dando ejemplo en cada momento ante la adversidad y sin razón de este bichito que nos ha encogido a todos el corazón.
Quiero darles las GRACIAS principalmente a ellos, pues han sido los que, sin ellos saberlo, me han sacado más de una sonrisa y han sido mi empuje cuando mis fuerzas flaqueaban.
Y por supuesto, GRACIAS también a vosotros, mis queridas FAMILIAS, por hacerlo todo tan fácil sintiéndome acompañada en esta fascinante tarea de EDUCAR y en medio de las circunstancias que estamos viviendo.
Seguiremos batallando a la vuelta y dando lo mejor de nosotros, con ayuda del Niño Jesús que está a punto de nacer y de su Madre, la Virgen María.
¡Os deseo una feliz y serena Navidad, en la que Jesús nos colme de mucha salud y amor a todos!
Un abrazo fuerte,
Seño M.Eugenia.
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